Por qué el perfeccionismo está lastrando tu productividad

¿Te esfuerzas porque el resultado de todo lo que haces sea impecable? ¿Tu nivel de satisfacción con lo que haces nunca es suficiente? ¿Inviertes una gran cantidad de horas y esfuerzo hasta que el resultado es aceptable? ¿Aun así sientes que todavía hay cosas que se podrían mejorar?

Con frecuencia me encuentro con muchos profesionales que se bloquean por culpa del perfeccionismo.

Tienes que afrontar un nuevo proyecto o un nuevo reto.

En tu cabeza empiezas a pensar en todo lo que tienes que hacer. Te vienes arriba y comienzan a ocurrírsete miles de cosas que podrías hacer para que todo quede estupendo y espectacular.

En ese momento, la simple idea de pensar en el resultado final te genera ilusión y satisfacción.

Pero luego, de repente y sin saber por qué comienzas a retrasar el ponerte a trabajar en ese proyecto. Siempre encuentras otra cosa mejor que hacer.

El motivo se debe a que cuando piensas en tu proyecto automáticamente piensas en la gran cantidad de esfuerzo y energía que vas a tener que invertir en afrontarlo, y eso hace que retrases el comienzo del mismo y siempre encuentres cosas mejores que hacer.

Pero lo peor de todo es que la persona que ha puesto el listón tan alto, eres tú. Nadie te está exigiendo que llegues tan lejos.

A continuación te detallo una serie de pautas que te ayudarán a tener tu perfeccionismo bajo control:

  • Cuando tengas un gran Proyecto, divídelo en tareas o hitos más pequeños.

Divide ese proyecto en el máximo número de tareas posible, estima el tiempo necesario para ejecutarlas y pon una fecha límite en la cual dicha tarea estará completada. De forma que cuando pienses en ejecutar cada tarea no te agobies. Esto hará que cuando pienses en comenzar a trabajar no se te haga tan cuesta arriba. Además a nivel motivacional, cada vez que completes una de las tareas sentirás satisfacción, y esto te animará a seguir hacia delante.

  • Ten claro cuál es el objetivo.

Reflexiona sobre cuál es el objetivo al que pretendes llegar con el trabajo que vas a ejecutar y toma conciencia de si estás haciendo más cosas de las que deberías para cumplir ese objetivo de forma estricta. Es decir, reflexiona sobre si estás poniendo más esfuerzo y energía de lo que deberías. En ese caso, incluye re-ajustes.

  • Conecta con tu humanidad

Se realista. La perfección no existe. Es un criterio subjetivo. Confía en tu profesionalidad, has hecho un buen trabajo. Si te dices que no está perfecto, piensa que no está perfecto de acuerdo a tus propios criterios que son únicamente válidos para ti, los demás no tienen tú mismo nivel de exigencia, ni tus mismos estándares a la hora de determinar cuándo un trabajo está perfecto o no. Así que relájate, tu trabajo está bien y seguramente supera las expectativas de cualquier persona. No pongas el foco en detalles minuciosos que podrían mejorarse y que únicamente ves tú y pon el foco en aquellos temas importantes y que suponen el grueso del trabajo.

  • Hazlo lo mejor que puedas.

No dar lo suficiente despierta tu culpabilidad. Dar demasiado genera sufrimiento. Hacer siempre las cosas en su justa medida y lo mejor que se puede, con el tiempo y con los recursos de que dispones, proporciona mucha paz y mucha tranquilidad. Hazlo siempre lo mejor que puedas y conecta con el equilibrio que da el pensar que has hecho todo lo que está en tu mano por hacer tu trabajo bien.

  • Que no te importe lo que puedan pensar los demás.

En ocasiones detrás del perfeccionismo se esconde el hecho de que se concede a lo que los demás piensen de nosotros excesiva importancia. Inconscientemente estás sometiendo tu trabajo al juicio de un gran público, que probablemente esté más preocupado por su propio trabajo que por el tuyo. Concede a la opinión de los demás la importancia justa.

Tengo que confesarte que me encanta cuando en mis procesos de coaching me encuentro con alguien muy perfeccionista.

Ya sabes que trabajo con mandos intermedios y profesionales con un alto nivel de responsabilidad que tienen un elevado nivel de estrés. Muchas veces el disparador del estrés es el perfeccionismo y durante el proceso de coaching ejecutivo es necesario aprender a gestionar el mismo, para poder conseguir resultados profesionales óptimos desde el equilibrio, la paz y la serenidad.

Si eres una persona muy perfeccionista quiero que sepas que el perfeccionismo bien canalizado y dirigido es una habilidad maravillosa para conseguir aquello que quieras conseguir. El tema es que en raras ocasiones se utiliza bien. A mí me produce mucha compasión aquellos casos en los que veo que el perfeccionismo está originado por el hecho de conceder excesiva importancia a lo que los demás piensen de nosotros. Y me produce tanta compasión porque en mi opinión el perfeccionismo es un arma tremendamente poderosa que mal utilizada puede generar mucho sufrimiento. Es decir, cuando concedes excesiva importancia a lo que los demás piensan de ti, son los demás quienes acaban decidiendo por ti, por tanto estás poniendo a disposición de los demás ese don que la vida te ha concedido, que no es más que el afán por hacer las cosas bien. Y al poner tu don a disposición de terceros, lo estás dejando de utilizar para conseguir lo que quiera que sea que necesitas en tu vida para ser feliz. No eliges hacia dónde quieres que vaya tu energía.

Ahora es tu turno ¿Qué grado de perfeccionismo hay en tu día a día? ¿En qué medida está afectando a tu productividad? ¿Es necesario reajustar el nivel de perfeccionismo? ¿Que vas a hacer para ello?  No dudes más ¡Ponte fecha y actúa!

Por cierto, me gustaría decirte que ahora tienes disponible mi curso gratuito Súper Enfoque, el curso que te ayudará a desarrollar tu atención plena. Un curso en el que durante cinco días ejercitaremos juntos tu capacidad de atención. Un curso que te ayudará a mejorar tu capacidad para mantenerte en el momento presente, te ayudará a mejorar tu productividad y te permitirá vivir mas concientemente aquellas cosas que te hacen feliz en la vida.

Pues puedes empezar ahora mismo apuntándote aquí:


Para que la suscripción sea válida tendrás que confirmar el mail que te llagará a tu correo.

Deja tu comentario

Tu correo electónico no será publicado. Los campos obligatorios estan marcados con un *