Meditación en acción +Plus: Conecta con la compasión

En el día de hoy me gustaría decirte dos cosas.

¿Sabes cual es la primera?

La primera es que quiero que comiences  a experimentar compasión por tu propia persona.

Te pasas la vida esforzándote, luchando con el día a día, peleando por seguir adelante…

En el ámbito profesional te responsabilizas de tu trabajo sintiéndolo como si fuera parte de ti, algo personal, y no haces más que invertir tu tiempo para resolver cualquier problema, destinar tu energía para que todo salga lo mejor posible, y consumir tu vitalidad priorizando tu empresa por encima del resto de cosas.

En el ámbito personal intentas ajustarte en la medida de lo posible a lo que se espera de ti, a ese rol perfecto que la sociedad y tu entorno esperan que asumas, pero que te cuesta mucho alcanzar por que es un objetivo inalcanzable o  apenas te queda energía para invertir en más cosas. 

Pero déjame decirte una cosa.

Estás haciendo un buen trabajo.

Estás entregando tu todo.

Estás haciéndo lo que haces infinitamente bien.

Así que por favor, deja ya de buscar la aceptación de terceros.

Deja ya de esperar que otras personas vengan a decirte que has hecho un buen trabajo, o que eres una madre o un padre ejemplar, o que eres una persona increíblemente simpática, educada o atractiva…

Deja ya de esperar que sea un tercero quién te diga lo mucho que vales.

¡Porque en realidad lo que necesitas es decírtelo tú!

Seguro que con todo el esfuerzo que haces recibes refuerzo positivo por parte de otras personas en más de una ocasión o en más de un ámbito.

Pero ¿Cuántas veces recibes tus propios alagos?

¿Cuándo fue la última vez que te dijiste «que bien lo has hecho»?

¿Cuándo fue la última vez que te dijiste lo mucho que vales?

Pues justo eso es lo que quiero que hagas.

Quiero que cojas la costumbre de compadecerte de ti mismo.

Que te pares, que pongas tu mano derecha sobre tu hombro izquierdo, y que te acaricies el hombro.

Y que mientras conectas con una emoción de amor te digas «Que bien lo has hecho [inserta aquí tu nombre], que bien lo has hecho».

Quiero que cojas la costumbre de decírtelo cada vez que hagas un sobre esfuerzo.

Pero de momento, me basta con que hoy lo hagas a media mañana y a media tarde.

Así que ponte una alarma en el móvil para no olvidarte de hacerlo.

Por que sí, eres una persona valiosa y lo estás haciendo genial.

¿Y sabes cuál es la segunda cosa que te quiero decir?

La segunda cosa que te quiero decir es que cuides con cariño de tu autoestima.

Necesitas cuidar de ti, darte tu amor y tu cariño.

Responsabilizarte de ti.

Y en consecuencia, defenderte.

Porque tú eres una persona muy valiosa.

Y quiero que sepas, que yo no soy el único que lo piensa.

Así que te dejo aquí esta visualización para que tú mismo la descubras.

 

 

Y ahora te animo a que me contestes al mail con las preguntas que te he realizado y me hagas llegar tus comentarios.

Por favor dime todo lo que piensas, que te ha parecido este curso, que aspectos mejorarías, que añadirías para que fuese mejor todavía, que formato (video, audio, escrito) es tu preferido…

Te lo agradeceré muchísimo. Ni te imaginas lo mucho que me ayudarán tus comentarios.

Y a cambio, te enviaré en las próximas horas el bono «Conecta con la Gratitud»  un último paso dentro de este curso, en el que te incluyo un nuevo audio hablándote de cómo conectar con la gratitud y te incluyo una nueva visualización para ayudarte en este sentido.

Pero además, te propondré un ejercicio para que la semana que viene, aprovechando que llega la navidad, pongamos juntos en práctica la experiencia de la gratitud.

Será la guinda del pastel. Lo que de sentido a todo este curso. Lo que nos permita aterrizar todo lo que hemos visto hasta ahora durante estos días. 

¡No te imaginas la ilusión que me hace!

¡Pero para ello, necesitaré que conteste a mi encuesta!

Así que por favor, no tardes más! Contéstame al mail !!