Si eres de esas personas que pone todo su foco y toda su atención en gestionar su tiempo y el tiempo de su equipo hasta el último minuto ya serás consciente de lo importante que es una adecuada gestión del tiempo, gestionar urgencias y prioridades y poner el foco en lo que realmente es importante es un arte que un buen líder debe controlar. Pero una gestión del tiempo no tiene sentido sin una adecuada gestión de la energía y para comprobarlo no tienes más que hacerte una pregunta ¿Cómo es tu productividad en una hora en la que tienes un nivel energético bajo y como es tu productividad en una hora en la que tienes un nivel energético alto? La respuesta es fácil ¿Verdad? Puedes tener tu agenda y la de tu equipo muy bien organizada, pero si tu energía y la suya no son óptimas la productividad no va a ser la adecuada. La cantidad de trabajo que va a generar tu equipo y sus resultados van a ser mucho mayores si consigues que tengan un buen nivel de energía (aunque primero tendrás que comenzar por ti).
“Deja de gestionar las horas de tu equipo y gestiona su energía”
Por lo tanto es importante que dejes de pensar en términos de tiempo y comiences a pensar en términos de energía y en concreto en términos de energía/tiempo.
A continuación te voy a mostrar algunas pautas que te ayudarán a gestionar la energía de tu equipo y conseguir unos mejores resultados a la vez que creas un entorno donde la energía del trabajo fluye de forma más natural y equilibrada:
- Identifica cual es el objetivo personal de cada una de las personas que componen tu equipo.
Como líder es importante que sepas donde están las prioridades de tu equipo y donde están tus colaboradores poniendo su foco y su energía. Cualquier decisión o solicitud que vaya en contra de las prioridades personales de tu equipo va a generar resistencias y bloqueos que tendrán como resultado un estancamiento de una energía que podría estar siendo destinada a la consecución de los objetivos del equipo. Dentro de los equipos no todo el mundo tiene las mismas prioridades, hay profesionales cuya prioridad es ascender y evolucionar profesionalmente y que ponen todo su foco y su atención en conseguirlo sin escatimar en horas de trabajo, responsabilidad y esfuerzo, y hay profesionales cuya prioridad es realizar su trabajo de la forma más responsable, eficaz y eficiente posible para poder ejecutarlo en el menor tiempo posible y destinar el resto de su tiempo a su familia, sus hijos y sus hobbies. Tus colaboradores encuentran en sus prioridades sus fuentes de energía y sería bueno que las identificaras.
- Asigna responsabilidades de acuerdo a sus objetivos personales
Imagínate el caso de un colaborador que esté deseando llegar a casa a una hora temprana para poder participar en el baño de su hijo de dos años y acostarlo. Esos momentos son para esa persona una gran fuente energía, un motor vital que le permite brillar con esplendor cada día y acudir a la oficina al día siguiente con una extraordinaria fortaleza y vitalidad. Si constantemente tu colaborador está teniendo excesos horarios que le impiden acudir al baño de su hijo cada día ¿Qué efecto crees que va a tener esto en su nivel energético? ¿Con que vitalidad va a acudir cada día a la oficina? ¿Cómo crees que va ser su productividad por hora? Cómo sería mayor su productividad por hora ¿Si acudiera con un nivel energético alto como consecuencia de respetar sus prioridades o si acudiera con un nivel energético bajo consecuencia de traicionar sus prioridades? En ocasiones facilitar que tus colaborados abandonen la oficina a una hora razonable para que destinen su tiempo y su energía a sus prioridades aumenta la productividad por hora, por eso es importante que te sientes con cada uno de ellos y que simplemente les preguntes cuál es su objetivo personal y cuáles son sus prioridades, y que asignes y delegues responsabilidades de acuerdo a ello. Un colaborador que sienta pasión por su trabajo y que tenga su fuente de energía en la consecución de logros profesionales estará feliz de realizar excesos horarios y obtener recompensas profesionales y/o emocionales por ello. Tu trabajo es identificar donde tus colaboradores están poniendo su atención y su energía y delegar acorde a ello.
- Promueve iniciativas que aumenten su energía
La energía de tu equipo, como la tuya, se nutre de diversas fuentes que ayudan a aumentar su productividad. Una adecuada nutrición, practicar ejercicio con regularidad, adoptar el habito de meditar, eliminar hábitos tóxicos, realizar actividades en contacto con la naturaleza y oxigenarse… son fuentes que aumentarán la energía de tu equipo. Si promueves este tipo de actividades o animas a que tu equipo las desarrolle durante su tiempo libre podrás comprobar como acuden cada día a trabajar con una mayor vitalidad y fortaleza, lo que inevitablemente influirá sobre sus resultados.
- Lidera desde el amor
Todo cargo de responsabilidad se puede desarrollar liderando desde el amor o liderando desde el miedo. Y ambos métodos son válidos para conseguir resultados. Liderar desde el miedo permite conseguir resultados a corto plazo pero difícilmente sostenibles a medio y largo plazo dado que este tipo de liderazgo tiene un impacto altamente negativo sobre el entorno de trabajo y las relaciones que se crean dentro de la organización. El miedo es una emoción ante la que el cerebro reptiliano de tus colaboradores va a responder mediante dos acciones, lucha o huida; ¿Cómo crees que les va a afectar esto a corto plazo? ¿Cómo crees que les va a afectar a largo plazo? ¿Cuál va a ser el efecto sobre su productividad a medio y largo plazo? ¿Y sobre su energía? Desde mi punto de vista una reacción de lucha o huida va a llevar a tus colaboradores, por un lado, a que deseen trabajar con otros líderes dentro de la organización o prefieran irse a otras organizaciones, con la consecuente pérdida de talento, y por otro lado a que comiencen a crear un entorno de trabajo donde la queja, el conflicto y una negatividad generalizada acaben viciando el ambiente de trabajo con la consecuente pérdida de productividad. Liderar desde el amor te permitirá generar un entorno de trabajo más equilibrado y unas relaciones óptimas con tus colaboradores que contribuirán a la consecución de los objetivos del equipo de manera más sostenible.
- Abandona el paradigma del “error-culpa” y pásate al paradigma de la “oportunidad de aprendizaje-lección”
En los últimos años estamos yendo hacia entornos con estructuras de trabajo mucho más horizontales en organizaciones adelgazadas en las que hay menos cargos de responsabilidad. Cada responsable coordina ahora a más colaboradores, y cada colaborador o profesional tiene ahora una mayor carga de responsabilidad ya que el nivel de revisión y supervisión es menor. El motivo no es otro que el ahorro en costes, eliminar cargos de responsabilidad supone un ahorro en costes para las organizaciones que está favoreciendo este tipo de estructuras en las que inevitablemente un menor nivel de revisión conlleva un mayor número de errores. Pero el error también tiene un coste. Las organizaciones lo saben, han realizado estudios de evaluación y su conclusión ha sido que aun así, siguen teniendo un ahorro importante en costes, por lo que han asumido que un nivel determinado de errores es normal. Con todo esto, lo que quiero decir es que ahora que, tanto tú como tu equipo, tenéis mayor presión y mayor carga de responsabilidad, y que vuestro trabajo se ve sometido a un menor nivel de revisión es normal cometer puntualmente algún error y que incluso la organización da por hecho que se van a cometer errores y lo asume como normal. Por tanto no te detengas ante el error y no busques culpables. El paradigma del error/culpa genera miedo en tus colaboradores y el miedo paraliza y desencadena bloqueos energéticos que impiden que tus colaboradores avancen hacia el objetivo del equipo a la velocidad adecuada. El error es una gran oportunidad de aprendizaje que va a contribuir a que tanto tú como tu equipo evolucionéis profesionalmente. Despliega tu talante y tu comunicación asertiva para permitir que tus colabores aprendan su lección cada vez que aflore una oportunidad y contribuye a que se conviertan en grandes profesionales.
Desde mi punto de vista y mi experiencia con mis coachees, muchas veces me doy cuenta de que el aspecto energético se deja de lado y se prioriza la gestión del tiempo, tareas y responsabilidades, pero en el momento en que se toma conciencia de la importancia de la gestión de la energía del equipo y se despliegan las estrategias adecuadas para su implementación, la vitalidad y la fortaleza del equipo crece de forma exponencial y los resultados en términos de productividad son mucho mayores. Mi experiencia personal me dice que es difícil implementar esto en tu equipo sin haberlo implementado antes en ti mismo, por lo que si no lo has hecho, te recomiendo que gestiones primero tu propia energía y que observes los increíbles resultados sobre tu productividad en términos de energía/tiempo.
Ahora es tu turno ¿Cómo gestionas la energía de tu equipo? ¿Qué estrategias puedes implementar? ¿Qué efecto tendrá sobre su productividad? No dudes más ¡Ponte fecha y actúa!
Si te interesa este tema puedes leer también mi post sobre “Como aumentar tu energía y vitalidad para conseguir resultados extraordinarios”.
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