El problema real detrás de tu falta de tiempo

¿Sabes qué es lo que me dice la gente cuando le pregunto cuál es el principal desencadenante de su estrés?

La mayoría de la gente que trabaja conmigo con el objetivo de eliminar su estrés me dice que parte de la culpa de su estrés reside en la falta de tiempo.

Pero la experiencia me dice que esto no es así. En la mayoría de las ocasiones, detrás de la falta de tiempo se esconde algo más.

¿Quieres saber qué es?

La falta de tiempo no es un problema en sí. La falta de tiempo sólo es un síntoma. El tiempo se crea o se gestiona. Simplemente hay que aprender a hacerlo.

Hay mucha gente que trabaja en gestionar su tiempo, implementa herramientas de productividad y como resultado consigue aumentar sus resultados, es decir, hacer más cosas en el mismo tiempo. Pero si hablas con ellos, siguen diciendo que tienen falta de tiempo.

«Cuando no tienes tiempo, lo que tienes es un problema de recursos o un problema de mindset»

Si eres de esas personas que dicen que no tienen tiempo, me gustaría contarte el motivo real de tu falta de tiempo y darte una serie de pautas:

a) Problemas de Recursos.

  • Toma conciencia de los recursos que no tienes y que necesitas

Cuando utilizando el cien por cien de tu tiempo no eres capaz de sacar adelante la totalidad de tu trabajo, cuando ya estás haciendo uso de técnicas de gestión del tiempo y de productividad y aun así sientes que no das a basto o cuando a cada minuto que empleas en el trabajo ya le estás poniendo la máxima cantidad de energía y aun así no eres capaz de avanzar lo suficiente para cumplir tus objetivos, lo que tienes es falta de recursos.

Es decir, necesitas más gente en tu equipo, necesitas mejorar los sistemas y procedimientos o necesitas más o mejores inputs para el output fruto de tu trabajo.

En este tipo de situaciones la mayor parte de profesionales se suele anclar en el victimismo. Es entonces, cuando frases del tipo “no tengo tiempo”, “estamos muy ocupados”, “todos los días salimos a las mil” se hacen frecuentes.

Y es entonces cuando se disparan los excesos horarios, cuando todos los días comienzas a hacer mil horas, cuando te vas a casa a horas insostenibles, cuando empiezas a exigir a tu equipo más de la cuenta y se acaban quemando…

  • Haz lo necesario para conseguir los recursos que te faltan

Este es el momento de hacer uso de tu poder: la responsabilidad.

Aunque no te guste o sea una situación incómoda, en estas situaciones tienes que solicitar recursos. Es decir tienes que pedir a la dirección o a la gerencia que incorpore más gente en tu equipo, que se actualicen los sistemas o que se invierta en herramientas o procedimientos. Tú tienes la experiencia y la profesionalidad suficiente como para saber qué es lo que necesitas en este momento y por tanto es tu responsabilidad poner todos los medios necesarios para conseguirlo.

En principio puede que no te parezca una situación agradable, pero piensa que estás desarrollando las habilidades que te están convirtiendo en esa persona de gran liderazgo que estás comenzando a ser, y por tanto sería bueno que te lanzaras a reclamar lo que necesitas.

No permanezcas en la queja. Asume tu responsabilidad.

Conecta con la visión de cómo va a cambiar tu vida personal y profesional cuando consigas esos recursos y mejore tu productividad y tu calidad de vida. Y nútrete de la pasión generada por este pensamiento para obtener la fuerza necesaria para solicitar esos recursos.

  • Planea tu estrategia de negociación

Haz uso de tu astucia. No te lances a pedir más gente o equipo sin más. En la mayoría de las ocasiones cuando pides más recursos te suelen decir que no o te suelen poner pegas u objeciones.

Pero si estás en un negocio que va bien y que tiene beneficios, no es normal que la gente tenga que hacer frente a excesos horarios. Por lo que es el momento de plantarse y defender lo que te pertenece: tu tiempo.

Lo único que estás haciendo es amarte y respetarte. Y mantener un nivel de autoestima adecuado.

Es hora de que te plantees una adecuada estrategia de negociación y una adecuada estrategia de comunicación persuasiva. Antes de acudir al despacho de tu director o gerente reflexiona sobre cómo vas a hacer tu petición.

Por lo tanto es importante que preveas posibles objeciones cuando solicites los recursos y que te prepares para defender tu postura.

En otros post te hablo más sobre estrategias de negociación y comunicación persuasiva. Pero aquí te voy a avanzar algunos consejos.

Siento decirte, que en la mayoría de las ocasiones, a tu director o gerente es probable que le dé igual que te vayas todos los días a las mil o que tengas un estrés mortal. Tiene sus propios problemas y sus propios objetivos. Lo que la dirección necesita son soluciones y no más complicaciones.

Por lo que véndeles la solución, háblales de todos los beneficios que vas a obtener cuando tengas más equipo y más gente. Traduce esos beneficios en rentabilidad y en datos concretos que supongan una mejora. Y por supuesto, pide siempre más recursos de los que realmente necesitas (ya sabes que siempre te digo que esto es lo más importante en una negociación).

En conclusión, si tienes un problema de recursos, tienes que emplear estrategias de negociación y comunicación persuasiva para convencer a la dirección de que te los den. Y esto es importantísimo. No solo porque te va a hacer la vida más fácil. Sino porque a medida que avances profesionalmente tus habilidades en negociación van a tener que ser mayores, ya que tendrás que negociar con otras direcciones y departamentos, tendrás que negociar presupuestos y objetivos, tendrás que negociar con proveedores y clientes… y ¡Ésta es tu oportunidad para empezar a practicar estas habilidades!

b) Problemas de Mindset.

En ocasiones el problema real es un problema de mindset. Es decir, el origen de tu falta de tiempo está en miedos, bloqueos y creencias que necesitas trascender y de los que puede que seas consciente o no. Y te voy a resumir unos cuantos posibles:

  • Algunas creencias limitantes que te empujan a hacer excesos horarios son:

-La creencia de que cuanto más trabajas, mejor profesional eres: En nuestra sociedad está muy arraigada la creencia de que si se trabaja más tiempo se es mejor profesional.

-La creencia de que estar estresado y no tener tiempo está bien visto: Es como si fuera un símbolo de estatus ¿Cuantas veces te has cruzado por la calle con alguna persona conocida a la que hacía tiempo que no veías y durante la conversación habéis hecho una competición de a ver quién tiene más trabajo y menos tiempo?

-En nuestra cultura existen una gran cantidad de creencias y refranes pertenecientes al imaginario colectivo que invitan a trabajar duro y en exceso, un ejemplo son refranes o expresiones tan comunes como estas: Al que trabaja Dios le ayuda. El que algo quiere algo le cuesta. El trabajo dignifica. Te ganarás el pan con el sudor de tu frente…

-Las creencias que tengas sobre el dinero y la relación que mantengas con esta energía también pueden estar afectando a tu falta de tiempo : ¿Te has preguntado alguna vez que relación mantienes con el dinero? La relación que mantienes con el dinero afecta a la facilidad o dificultad que tienes para atraerlo. Por ejemplo, si has crecido en una familia donde se ha concedido excesiva importancia al trabajo a la hora de contribuir monetariamente al hogar y eran comunes frases del tipo “el dinero cuesta mucho de ganar” es probable que actualmente vivas una realidad en la que el dinero cueste mucho de ganar.

  • Algunos miedos y bloqueos que te empujan a hacer excesos horarios son:

-Miedo a ser la primera persona en levantarse de la silla: Seguramente en más de una ocasión aquello que estás haciendo puede esperar al día siguiente, pero como ves que el resto de tus compañeros que están en tu misma categoría profesional se quedan hasta tarde, no quieres ser la primera persona en levantarse e irse. ¿Por qué? Por qué le concedes excesiva importancia a lo que piensen los demás.

-Miedo al despido: El miedo a perder el respeto de la dirección o la gerencia si te vas a una hora razonable o el miedo al despido puede llevarte a hacer trabajo de más.

-Miedo a aparentar ser mal profesional: Dado que existe la creencia de que cuanto más tiempo pasas en la oficina mejor profesional eres, el miedo a aparentar ser poco profesional puede llevarte a hacer horas excesivas.

Miedo al error: El miedo a errar te lleva a aplicar un rigor excesivo, tanto que es poco probable que con tu horario normal tengas suficiente tiempo para ejecutar tu trabajo.

-Miedo a lo que piensen los demás: Este miedo puede llevarte a ser excesivamente perfeccionista a la hora de ejecutar tu trabajo, provocando excesos horarios.

La mayoría de estos miedos son irracionales, pero como todos los miedos, son difíciles de superar y para quién los sufre son todo un reto. Ya te he hablado de cómo gestionar los miedos en muchas ocasiones pero lo que me gustaría decirte es que en última instancia lo único que importa son los resultados. Si tus resultados son buenos no hay nada de lo que debas tener miedo.

Ahora es tu turno. Durante esta semana te voy a pedir que reflexiones sobre cual es el motivo real que hay detrás de tu falta de tiempo. No dudes más ¡Ponte a ello y actúa!

Y ahora te voy a pedir tu ayuda para animarme a continuar escribiendo en el blog. Si te ha gustado este post por favor compártelo en redes sociales o escribe alguna reseña en mi pagina de Facebook. Me ayudará a aumentar mi motivación a la hora de continuar escribiendo.

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