¿Eres de esas personas que saben que tienen que hacer algo (o dejar de hacer algo) pero que jamás pasan a la acción? ¿Te esperas siempre hasta ese momento en el que empiezas a sufrir tanto que no te tienes más remedio que pasar a la acción?
¿Te falta motivación a la hora de conseguir tus objetivos? ¿Comienzas las cosas y las acabas abandonando? ¿O ni siquiera te pones objetivos por falta de motivación?
Déjame que te cuente lo que nadie te ha contado nunca sobre cuál es el motivo real por el que no consigues tus objetivos.
Pero para ello necesito explicarte primero los tipos de estrategia que hay a la hora de conseguir objetivos.
En la vida solo hay dos formas de conseguir aquello quieres, desde el amor o desde el miedo.
O en términos de la PNL o programación de neurolingüística, siguiendo una estrategia de alejamiento o acercamiento.
- Estrategia de Alejamiento
Se trata de aquellos casos en los que estás viviendo una experiencia que te hace sentir tan mal o en la que estás sufriendo tanto que no tienes más remedio que moverte para salir de ella, poniéndote de manera consciente o inconsciente un objetivo hacia dónde dirigirte.
Muchas veces no es una experiencia presente. Sino la representación que te haces o que te dices cuando piensas en lo que puede pasar en el futuro si sucede o no sucede algo.
Por ejemplo, muchas veces la gente consigue sus objetivos profesionales porque piensa que si no los consigue puede ser despedida, otras veces si se trata de personas muy competitivas la idea de no conseguir sus objetivos y sentirse por debajo de sus compañeros les hace sentir tan mal que les hace moverse hacia el objetivo.
Si te das cuenta, es un mero pensamiento que estás teniendo en ese momento lo que te provoca una sensación o emoción negativa que hace que te muevas para cumplir ese objetivo.
Seguro que se te ocurre más de una situación en la que te has fijado objetivos de esta manera.
- Estrategia de Acercamiento
Se trata de aquellos casos en los que algo te hace sentir tan bien o piensas que te va a hacer sentir tan bien que te mueres de ganar por conseguirlo.
Por ejemplo, muchas gente cuando piensa que si ejecuta bien un proyecto posiblemente sea promocionada y obtenga un mejora salarial comienza a sentirse tan bien que esto hace que se mueva hacía la consecución con éxito del proyecto. Otra gente se siente bien cuando piensa en las palabras de agradecimiento que puede recibir de otros compañeros cuando hace algo por ellos, y esto hace que se muevan para conseguir ese algo.
Fíjate que de nuevo se trata de un mero pensamiento que estás teniendo en ese momento y te provoca una sensación o emoción, positiva esta vez, lo que hace que te muevas.
Resumiendo y simplificando lo anterior, ahora ya sabes que lo que hace que te muevas hacia un objetivo o no y lo acabes consiguiendo es una sensación u emoción positiva o negativa. Y subrayo la palabra sensación porque esto es importante.
Lo siguiente que necesitas saber es que los objetivos compiten entre sí. Y es clave que sepas esto
¿Sabes porque?
Porque la vida está llena de objetivos. Conscientes o inconscientes. Es decir, los objetivos no están escritos y numerados. Las personas nos movemos hacia algo según la sensación positiva o negativa que tengamos o esperemos tener.
Te pondré un ejemplo: Tú puedes tener el objetivo de adelgazar 10 kilos en tres meses. Y cuando tú, ahora, te imaginas lo bien que te vas a ver y lo feliz que vas a ser dentro de tres meses cuando hayas adelgazado esos diez kilos, te sientes bien.
Es decir tú, ahora, en este momento, tienes una sensación positiva cuando te imaginas a ti dentro de tres meses habiendo conseguido lo que querías. Fíjate que tu todavía no has perdido peso. Es solo una sensación positiva provocada por un pensamiento lo que hace que te muevas.
Pero de repente vas paseando por la calle pasas frente a una panadería espectacular y en el escaparate ves ese tipo de bollería que tanto te gusta… Y de repente comienzas a imaginarte comiéndote dentro de cinco minutos ese delicioso bollo que tanto te apasiona. Y eso te genera en ese momento una sensación positiva. Fíjate que tú todavía no te has comido ese bollo, pero la sensación positiva ya la tienes.
Conclusión: De repente te has encontrado con que tienes dos objetivos compitiendo entre sí. Uno consciente (adelgazar) y otro inconsciente (comerte el bollo)
¿Sabes cuál va a ganar?
Ganará aquel objetivo que te genere la sensación más positiva. La sensación provocada por los dos objetivos es positiva. Pero siempre hay una sensación que es más positiva que otra.
El problema es que uno de los objetivos es muy barato y fácil de conseguir (comerte el bollo) mientras que el otro objetivo es muy caro y costoso de conseguir (adelgazar 10 kilos en tres meses) por lo que es muy probable que la sensación positiva del primero sea superior.
Ahora ya sabes por qué no consigues tus objetivos.
Entonces ¿Qué puedes hacer?
Lo que hay hacer es conseguir que la sensación positiva provocada al pensar en adelgazar sea tan alta que supere a cualquier otra sensación.
¿Y cómo se consigue esto?
La PNL o programación neurolingüística te da múltiples herramientas para ello. Para mí, lo más importante es tener muy presente el futuro. Es decir vivir ese futuro como si fuera casi ya una realidad. Tener una imagen muy clara, muy nítida y muy definida de cómo va ser tu vida y como te vas a sentir con ese objetivo cumplido. Y no perderlo de vista.
En mi opinión esto es fácil de hacer. No hay más que visualizarse habiendo conseguido el objetivo. Yo lo hago con mis clientes y funciona muy bien.
Aunque debo contarte que como me interesaba que entendieras la lógica que hay detrás, te he contado la versión fácil de este asunto, ya que el tema puede complicarse bastante. Fíjate que en el mundo de la empresa se mezclan ambas estrategias (alejamiento y acercamiento) generando tanto sensaciones positivas como negativas. Y que además aparecen objetivos tanto conscientes, puestos por nosotros mismos o por la dirección, como inconscientes.
¡Y ahora es tu turno! Como parte de tu plan de acción de esta semana me gustaría que reflexionaras sobre cuáles son los motivos que te están impidiendo conseguir tus objetivos.
Por cierto, me gustaría decirte que ahora tienes disponible mi curso gratuito Súper Enfoque, el curso que te ayudará a desarrollar tu atención plena. Un curso en el que durante cinco días ejercitaremos juntos tu capacidad de atención. Un curso que te ayudará a mejorar tu capacidad para mantenerte en el momento presente, te ayudará a mejorar tu productividad y te permitirá vivir mas concientemente aquellas cosas que te hacen feliz en la vida.
Pues puedes empezar ahora mismo apuntándote aquí:
Para que la suscripción sea válida tendrás que confirmar el mail que te llagará a tu correo.
Maricarmen
24 octubre, 2019Me ha encantado esto, David. Mil gracias!
Escuchándote, todo me hace mucho sentido. Y me doy cuenta que mi problema en este momento es que no tengo objetivos. He llegado a un punto en el que quería estar hace mucho, y aunque todavía tengo pisos más arriba a los que quiero subir, quizás no lo tengo claro. Cuando me hablas de visualizarme habiéndolo logrado, no estoy tan segura de qué es lo que quiero. ¡Ahora entiendo por qué estoy estancada!
Seguiré reflexionando 🙂
David
24 octubre, 2019Me alegra que te haya ayudado!!!! Siempre eres tú la que ayuda a los demás ???