Escúchame, si quieres, en la versión podcast:
Una de las cosas que más nos condiciona para bien o para mal es la fidelidad emocional que mantenemos con nuestros seres queridos o con nuestro entorno.
¿Sabias que esto te podría estar afectando o te podría estar limitando? ¿Sabías que podría ser el origen de tu estrés?
Hoy me gustaría que habláramos de contratos emocionales y lealtades familiares.
¿Sabes lo que son?
La mayoría de nosotros, aunque no nos demos cuenta, pertenecemos a clanes o grupos con creencias y comportamientos muy arraigados y de los que nos hemos empapado a lo largo de toda nuestra vida.
Nuestra familia, nuestro grupo de amigos, nuestra empresa, nuestros compañeros de trabajo…
Pertenecemos a clanes y todos los miembros del clan tienen una serie de valores y comportamientos comunes.
De hecho, seguro que en más de una ocasión te has sorprendido a ti diciéndote “en mi familia…(Inserta aquí lo que quieras)
En mi familia somos muy trabajadores, en mi familia somos muy buenas personas, en mi familia somos emprendedores, en mi familia somos gente de fiar…
Esto también pasa con tu grupo de amigos.
Por ejemplo, en mi grupo de amigos siempre nos apoyamos los unos a los otros, en mi grupo de amigos a todos nos va muy bien económicamente, en mi grupo de amigos somos muy responsables o muy trabajadores…
Y por supuesto, esto también pasa en tu empresa.
Por ejemplo, en mi empresa somos mejores que en las demás, en mi empresa solo hay personas con un nivel profesional y académico alto, en mi empresa somos muy competitivos, en mi empresa tenemos un sentido de la responsabilidad que en otros sitios no se tiene, en mi empresa todos tenemos un gran espíritu de sacrificio…
Hay muchas cualidades que definen al clan. Cualidades que en algunos casos nos potencian a la hora de actuar y que en otros casos inhiben nuestras acciones e impiden que pasemos a la acción.
Bajo este contexto surgen los contratos emocionales y las lealtades familiares.
Los contratos emocionales y las lealtades familiares son acuerdos invisibles o normas no escritas que inconscientemente nos llevan a comportarnos de una forma determinada.
Y hago hincapié en la palabra «inconsciente» porque muchas veces ni siquiera nos damos cuenta.
Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio.
Las cláusulas de estos contratos muchas veces incluyen condiciones. Condiciones que estamos dispuestos a aceptar por miedo a perder el amor, la aceptación o el apoyo de nuestros familiares o amigos.
Este tipo de miedo tienen su origen en la necesidad de encajar en el grupo y en el miedo al rechazo.
Es un miedo primitivo. Ya que estamos diseñados para vivir en comunidad y funcionar en grupo de forma adecuada.
Evolutivamente esto nos ha permitido funcionar de forma más eficaz ante posibles amenazas.
Me gustaría mostrarte algunos ejemplos de cómo nos afecta esto y para ello voy a clasificar los contratos emocionales y lealtades en tres grupos:
- Familiares
Son aquellos contratos emocionales y aquellas lealtades que surgen en el contexto familiar.
Algunos ejemplos serían los siguientes.
Imagínate que vienes de una familia donde todos sus miembros son profesionales de reputado prestigio, tus padres ocupan cargos o puestos relevantes o son profesionales con una alta reputación.
En este caso, podrías tener un contrato emocional con ellos en el que pienses que se espera de ti que alcances un nivel profesional similar o un prestigio equivalente.
Nadie te ha pedido ni te ha exigido nada, pero tú inconscientemente crees que eso es lo que se espera de ti.
Esto podría ser muy potenciador porque te impulsa a evolucionar profesionalmente si es lo que realmente quieres. Pero si no es lo que realmente quieres podría ser muy limitante ya que el hecho de que constantemente te estés esforzando por alcanzar posiciones profesionales superiores o ascender en tu lugar de trabajo, podría estar generándote un gran estrés.
Otro ejemplo; Imagínate que vienes de una familia en la que varias generaciones han tenido una profesión concreta, por ejemplo una familia de médicos o una familia de abogados.
En este caso, podrías tener la sensación de que si decides emprender un camino profesional diferente alejado del camino seguido por la estirpe familiar, podrías estar traicionando a tu familia.
De nuevo esto puede ser muy limitante porque podría llevarte a estar constantemente esforzando en trabajos o profesiones que realmente no te llenan.
Otro ejemplo; Imagínate que durante toda tu vida tú siempre has sido la hija lista, buena y responsable o el hijo listo, bueno y responsable y que tus padres siempre se han enorgullecido de ello.
Es probable que en tu trabajo actual estés perpetuando este comportamiento, y sigas actuando de forma buena, lista y responsable y aceptando situaciones que te están provocando estrés, infelicidad o sufrimiento, simplemente por no defraudar a tu familia y continuar siendo la hija lista, buena y responsable.
O por ejemplo, imagínate que en tu familia siempre ha habido dificultades económicas, siempre se ha tenido trabajos duros, precarios o mal retribuidos. En este caso, podrías estar limitándote o auto saboteándote a la hora de prosperar profesionalmente o prosperar económicamente por tener la sensación inconsciente de que si a ti te va bien económicamente o profesionalmente, de alguna manera estarías traicionando o defraudando a tu familia.
Y esto podría estar incluso, llevándote a tolerar trabajos o situaciones que te generan estrés o infelicidad y permanecer en trabajos que son excesivamente duros o precarios tan solo por hecho de perpetuar el patrón seguido por la familia.
Otro ejemplo; Imagina que en tu familia y en tu entorno los hombres siempre han sido los que han trabajado y han aportado un sueldo a la economía familiar, mientras que las mujeres se han ocupado del hogar o han tenido un trabajo no muy bien retribuido pero que les ha permitido compatibilizar trabajo y familia, y ahora tú y tu pareja tenéis una carrera profesional prometedora, pero tú tienes la posibilidad de que te vaya mejor que a él, podrías estar saboteándote o limitándote para no tener un cargo superior al de tu pareja o un sueldo mayor, si de alguna manera tienes la sensación de que él debería estar siempre profesionalmente por encima de ti, y que superándole le estarías traicionando o siendo desleal.
Pero te recuerdo que esto son procesos inconscientes que no siempre se dan y que en la mayoría de los casos ni siquiera nos damos cuenta de su presencia.
- Amistad
Son aquellos contratos emocionales y aquellas lealtades que surgen en el contexto de tu grupo de amigos.
Algunos ejemplos serían los siguientes.
Imagínate que en tu grupo de amigos, dentro o fuera de la empresa, siempre habéis estado criticando a vuestros jefes o quejándoos de ellos y que de repente a ti te ascienden y pasas a ser jefe, y tienes la necesidad de actuar de acuerdo a este nuevo cargo, a la hora de tomar determinadas decisiones o actuar de forma acorde al cargo, en este caso, podrías auto sabotearte si piensas que de alguna manera comportándote como un jefe estás traicionando a tu grupo o siendo poco leal.
- Organizacional
Imagínate que has trabajado en una empresa durante años y has recibido un buen trato, pero sientes que necesitas cambiar de empresa para prosperar profesionalmente, en este caso podrías tener la sensación de que si abandonas la empresa para irte a otra empresa en la que ganes más, estarías actuando de forma egoísta y siendo mala persona.
La sensación de que estás defraudando a tus antiguos jefes te podría estar limitando a la hora de lanzarte a evolucionar económica y profesionalmente, incluso si tu actual trabajo no te hace feliz o si es muy estresante.
Imagínate que trabajas en una empresa que ha cultivado una serie de valores entre sus empleados y ha conseguido que estos calen, haciendo por ejemplo que los empleados tengan la creencia de que son más responsables, más trabajadores y con un un espíritu de sacrificio mayor que en otras empresas, en este caso es probable que hayas integrado parte de estas creencias en tu forma de actuar.
De nuevo esto podría ser potenciador a la hora de evolucionar, adquirir conocimientos y experiencia y prosperar profesionalmente si es lo que quieres.
Pero también podría estar llevándote a tener un elevado estrés por tener la sensación de que si no estás constantemente sacrificándote por la empresa estás siendo desleal o traicionando a la compañía.
Pero en fin, esto son solo algunos ejemplos. Como ya te he dicho estos contratos emocionales o lealtades familiares a veces te potencian y te impulsan a la hora de conseguir aquello que anhelas. Pero otras veces te limitan, te impiden llevar acabo determinadas acciones o te llevan a perpetuar comportamientos que de alguna manera te están perjudicando.
Los identificarás porque por lo general son comportamientos que se repiten. Se repiten en tu manera de comportarte en diferentes contextos o aunque cambie el escenario o se repiten entre distintos miembros de la familia.
También los puedes identificar reflexionando sobre esas frases que tanto has oido decir en tu familia y que a veces te sorprendes diciendo tú.
O esa forma de pensar y actuar que tenéis dentro de tu grupo de amigos, o incluso esas frases que siempre decís y de las que os enorgulleceis.
La mayoría de estos contratos son inconscientes, por eso es importante que dediques tiempo a reflexionar sobre ello y a revisar estos acuerdos invisibles, especialmente si te están impidiendo evolucionar o mejorar.
Muchas veces basta simplemente con tomar conciencia de su existencia, poner luz en aquellos lugares donde hasta este momento había oscuridad, para que te des cuenta de porque actúas como estás actuando, porque perpetuas comportamientos que te perjudican o porque estas obteniendo unos resultados que no deseas.
El poner luz sobre ello te permitirá hacerte responsable de emprender los cambios en tu vida que sean necesarios para que comiences a estar mejor.
Y ahora es tu turno.
Como parte de tu plan de acción de esta semana, me gustaría que reflexionaras sobre aquellos acuerdos emocionales y lealtades familiares que podrían estar limitándote o perjudicándote de alguna manera.
P.D.2 Escúchame, si quieres, en la versión podcast. Suscríbete a mi newsletter y recibirás una nueva entrega cada semana.
Por cierto, me gustaría decirte que ahora tienes disponible mi curso gratuito Súper Enfoque, el curso que te ayudará a desarrollar tu atención plena. Un curso en el que durante cinco días ejercitaremos juntos tu capacidad de atención. Un curso que te ayudará a mejorar tu capacidad para mantenerte en el momento presente, te ayudará a mejorar tu productividad y te permitirá vivir mas concientemente aquellas cosas que te hacen feliz en la vida.
Pues puedes empezar ahora mismo apuntándote aquí:
Para que la suscripción sea válida tendrás que confirmar el mail que te llagará a tu correo.