Recientemente he recibido una consulta de una de las personas que leen el blog en la que me planteaba como era posible mostrarse de una forma más cercana con los miembros del equipo y a la vez mantener límites.
Con otras palabras, como llevarte bien con ellos y evitar que se aprovechen de la situación o mantener la capacidad de gestionar un posible conflicto.
A lo largo de mi carrera he trabajado con un gran número de equipos distintos, especialmente durante mi etapa de auditor. En este trabajo los proyectos duraban tres o cuatro semanas y con cada proyecto el equipo de trabajo era completamente distintito por lo que tenía que dirigir equipos completamente dispares, con perfiles y personalidades que no tenían nada que ver entre sí.
Más tarde cuando dejé la auditoría y comencé a trabajar en el área financiera de otras empresas los equipos se convirtieron en equipos más duraderos y con distinta problemática.
No sé si a ti te pasará, pero yo siempre me he preguntado cómo debía mostrarme con mis equipos.
Me considero una persona sensible y emotiva, pero siempre he trabajado en entornos profesionales donde se preferían los perfiles agresivos y con fuerte carácter y esto me llevaba a ocultar parte de mi personalidad.
Además siempre temía que en caso de mostrarme más cercano, simpático y agradable con los miembros del equipo éstos dejaran de respetarme, sobrepasaran los límites o dejaran de actuar de forma profesional.
Por eso a continuación te voy a dar las pautas que en mi opinión y en base a lo mucho que me he documentado sobre este tema deberías seguir para alcanzar un equilibrio óptimo a la hora de mantener una buena relación con tu equipo sin que estos dejen de verte como su responsable (¡Luego te cuento mi propia experiencia!):
- Sé tú. Con todas sus consecuencias.
Si de algo me he dado cuenta con el tiempo, es de la infelicidad y el gran consumo de energía que conlleva el estar constantemente representando un papel que no es el tuyo.
Si estás en esta situación, me gustaría decirte que cuando no te permites mostrarte como tú eres para adoptar un papel que no te corresponde por naturaleza, consumes una gran cantidad de energía, generas agotamiento y la falta de coherencia con tus valores te provoca una gran desmotivación e infelicidad.
Tu parte inconsciente, que es mucho más sabia que tú, primero de forma leve y más tarde a gritos, te va a ir pidiendo que hagas el favor de ser tú.
Y para ello te va a ir enviando pequeños mensajes en forma de leves dolencias corporales y/o sentimientos de vacío, infelicidad o desmotivación que con el tiempo se acabarán convirtiendo, si no lo han hecho ya, en síntomas más acentuados, ansiedad o estrés.
Por eso lo mejor que puedes hacer es ser tú. Con todas sus consecuencias.
No vas a ser menos profesional por el hecho de mostrarte como tú eres. Cuando actúes de acuerdo a tus valores comprobarás como queda liberada una gran cantidad de energía que hasta ese momento se estaba destinando a representar un papel y podrás emplearla en aquello en lo que quieras, comprobarás como tu productividad se multiplica.
- Deja que las relaciones fluyan con naturalidad
No pongas límites a las relaciones que generas con los miembros de tu equipo, ni tampoco te obligues a llevarte bien con todo el mundo. Deja que la naturaleza siga su curso y que las relaciones fluyan con naturalidad. Si hay personas de tu equipo con las que te llevas bien y con quienes está surgiendo una bonita relación de amistad, deja que pase.
Permítete vivir esa realidad y rompe con la creencia de que no es posible mantener simultáneamente una relación de amistad y una relación profesional. Seguramente en tu entorno personal conoces más de un ejemplo.
En el caso de que hayan personas de tu equipo que no te caigan bien, limítate a actuar con educación y profesionalidad.
- Por muy bien que te lleves con alguien, di lo que tengas que decir.
Ahora bien ¿Cómo puedes mantener una buena relación y al mismo tiempo evitar que se aprovechen de ti o gestionar posibles conflictos?
A mí me gusta hablar de un equipo como si fuera una gran familia.
Si tienes hijos, o sobrinos pequeños, sabes de sobra que aunque sean la cosa que más quieres en este mundo y sientas un gran amor y devoción por ellos, eso no quita que cuando veas que van a meter el dedo en un enchufe, les apartes la mano y les digas que no lo hagan.
Tu equipo es una gran familia en la que sería bueno que procedieras de forma similar.
Tú puedes llevarte muy bien con tu equipo, pero eso no quiere decir que cuando veas que tienen un área de mejora o un comportamiento poco adecuado no puedas comunicárselo. Te anticipo que la fórmula mágica es la asertividad.
- Aplica herramientas de coaching ejecutivo
Por muy bien que te lleves con tu equipo cuando sientas que a nivel profesional se extralimitan en vuestra relación o superan algún límite, sería bueno que pusieras el tema sobre la mesa y lo hablaras. En el caso de que se cometan errores, o afloren áreas de mejora en la otra persona también sería necesario que lo hablaras.
Piensa que al final estás contribuyendo a que tu equipo se desarrolle profesionalmente.
Para ello puedes utilizar técnicas de coaching de equipos. Una sencilla herramienta es la generación de conciencia a través de preguntas abiertas.
Doy por hecho que toda la gente con la que trabajas es adulta y responsable, por lo que ante un error, un comportamiento poco apropiado o en el caso de que sientas que se están aprovechando de tu amistad deberías hacer preguntas con el objetivo de generar conciencia.
Generar conciencia implica que la persona de tu equipo se dé cuenta por si misma de lo que esta haciendo sin necesidad de que tú le digas nada.
Y la forma de proceder sería mediante preguntas abiertas. Te muestro algunos ejemplos: ¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Qué ha pasado? ¿Cuál es el motivo? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué podrías hacer la próxima vez que esto ocurra? ¿Cuál es tu grado de responsabilidad en todo esto? ¿Cómo crees que ese comportamiento puede afectar a los objetivos del equipo?
La mayoría de las personas son responsables, y mediante estás preguntas generas conciencia sobre la situación y activas su dialogo interior.
Si tu colaborador ha actuado mal o ha cometido un error, no es necesario que le eches ninguna bronca.
Cuando tomamos conciencia de que hemos actuado mal o hemos cometido un error, automáticamente se dispara nuestro dialogo interior, y es mucho peor y mucho más efectiva cualquier bronca que nos echemos nosotros a nosotros mismos, que cualquier bronca que nos echen desde fuera.
De esta forma consigues apelar a la responsabilidad de la persona.
- Utiliza un leguaje asertivo.
Por muy bien que te lleves con tu equipo, cuando alguien de tu equipo cometa algún error o se extralimite en vuestra relación, o en el caso de que intente sacar algún provecho de vuestra amistad y no sea razonable, si lo pones de manifiesto y lo comentas no pueden más que rendirse ante lo evidente.
Para ello no tienes más que comunicarte de forma asertiva, con objetividad, poniendo de manifiesto qué es lo que está pasando y cuáles son las consecuencias, utilizando un lenguaje tranquilo, argumentando tu discurso con evidencias objetivas y no con juicios u opiniones, comunicándote desde la calma pero de forma directa.
¡Recuerda que le estás quitando el dedo del enchufe por lo que no hay nada que se te pueda recriminar! Simplemente estás actuando de forma profesional y poniéndote en tu lugar. Estás liderando desde el amor.
Sé que esto, que parece tan fácil, para algunas personas resulta muy difícil. En ocasiones se cae en el buenísimo y jamás se ponen límites, en otras ocasiones se pierden los papeles y acaba aflorando el mal humor… pero tan solo es cuestión de práctica y determinación.
La asertividad es una habilidad que con tu nivel de responsabilidad debes dominar, por lo que lánzate a ponerla en práctica y actúa. Además el ahorro de energía que obtienes al ser tú y dejar de representar un papel lo podrás destinar a avivar la pasión y motivación de tu equipo y dirigirles hacia donde tú quieres que vayan, y sobre todo a reconciliarte con tu paz interior.
Y como siempre te digo, ya sabes que el equilibrio y la serenidad es el lugar desde donde se consiguen los resultados más óptimos.
Como te comentaba al principio, en mis primeros años de carrera profesional me escondía tras una fachada de seriedad y determinación viendo que en mi entorno se valoraban los perfiles agresivos o con fuerte carácter. También intentaba mantener límites y barreras a la hora de mantener relaciones de amistad con mis equipos, simplemente me limitaba a actuar con educación y profesionalidad.
Si a esto le añadimos que tenía horarios insostenibles, que me iba a casa cuando anochecía, a veces con el portátil para seguir allí, y que tenía que trabajar muchos fines de semana, imagínate como estaban mis relaciones familiares o mis relaciones de amistad.
Estaba viviendo en incoherencia y mi forma de ser y mi forma de comportarme estaban en contradicción.
Y como te puedes imaginar tenía un alto nivel de estrés y de ansiedad que mi cuerpo no dejaba de sintomatizar por todos lados.
Como es natural todo esto llegó a un nivel en que la vida me dio una bofetada de realidad y tome conciencia de lo mucho que me había estado maltratando durante tantos años. No me había estado queriendo nada.
Desde ese momento asumí la responsabilidad de mí mismo. Y entre otras cosas me di permiso para ser yo. Con todas sus consecuencias.
¿Y sabes lo que pasó?
Lo que pasó es que me di cuenta de que la autoestima y el liderazgo van de la mano. Y que no hay liderazgo sin una buena autoestima. Y que uno no puede liderar a otros de forma sostenible en el tiempo sino es primero capaz de liderarse a sí mismo.
Pero también me di cuenta que al permitirme ser yo mismo, las personas del equipo conectaban conmigo de una forma especial. Y eso hacía que se implicaran más en los proyectos y en los objetivos del equipo. Y ahora hay miembros de equipos con los que he trabajado que considero buenos amigos.
Y eso no quita que cuando tenga que abordar algún tema profesional incomodo no lo pueda abordar, o que si tengo que poner límites ante una situación concreta no pueda ponerlos. Simplemente me comunico con asertividad y aplico técnicas de coaching de equipos con grandes resultados.
Así que durante esta semana me gustaría que fueses un poco más tú y te comportases con naturalidad en tus relaciones para dejar que la vida siga su cauce. Alcanzar el nuevo equilibrio dentro del equipo llevará un tiempo. Pero tu comenzarás a sentir una mayor libertad desde el primer momento. Por lo que ¡No dudes más y actúa!
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Beatriz
9 febrero, 2018Muy interesante, gracias por los consejos! No dudes que los pondré en práctica. Como bien dices a veces no sabemos cómo actuar y sin duda lo mejor tes ser uno mismo, ser firme cuando toca serlo pero cercano a la vez y trabajar desde la aserividad y la empatía. No es fácil pero ahí está el reto. Gracias otra vez!
ejecucoaching
10 febrero, 2018Gracias por tus comentarios Beatriz! Estoy seguro que ya lo estás haciendo genial! Un saludo!
Angy
11 febrero, 2018De verdad parece que es mi caso exactamente, lo que me cuesta en efecto es la asertividad. Agradezco este tema.
ejecucoaching
11 febrero, 2018Gracias Angy! Aunque sé que es difícil, y especialmente en determinada situaciones, estoy completamente seguro que eres perfectamente capaz de llevarla a la práctica, todo es cuestión de hábito! Gracias por tu comentario!