¿Te cuesta mantener la concentración? ¿Eres de esas personas que arrastran una actividad o tarea sin terminar durante varios días? ¿Te interrumpen cada cinco minutos y no puedes avanzar? ¿Haces varias cosas al mismo tiempo y no consigues terminar ninguna?
Tienes un problema de enfoque.
En este post quiero tratar la importancia de mantenerse enfocado en la actividad que estas llevando a cabo. Con frecuencia me encuentro con gente que tiene problemas a la hora de mantener la concentración en una actividad, no consiguen sumergirse en una tarea durante un periodo de tiempo lo suficientemente largo como para que ésta se complete, la ejecución de las tareas se van posponiendo de un día a otro sin terminarse y el resultado es que estas personas se van a sus casas con sensación de desasosiego, de pérdida de tiempo y de no estar avanzando en la consecución de sus objetivos. La situación empeora si tenemos en cuenta que este proceso te puede provocar pensamientos negativos, sentimientos de culpa y remordimientos de conciencia que además de generarte estrés y aumentar tus niveles de cortisol y adrenalina te restan energía de cara a avanzar en el desarrollo de tu proyecto, tarea o actividad.
La atención es un arma muy poderosa que influye en nuestra vida y en nuestros resultados. Es un recurso mental al que generalmente no le sacamos el suficiente partido.
Trabajar el enfoque te permitirá completar tu actividad en un menor tiempo y liberar energía que quedará disponible para llevar a cabo otras actividades o simplemente para que disfrutes de tu familia, amigos o hobbies en unas condiciones de mayor vitalidad y fortaleza.
En resumen, a mayor enfoque, mayor energía.
A continuación te muestro algunos consejos que puedes poner en práctica para aumentar tu concentración:
- Reserva el tiempo.
Haz una estimación realista del tiempo que te debería llevar completar esa tarea, reserva en tu agenda ese tiempo y dedícalo en exclusiva a hacer esa actividad de forma continuada y sin interrupciones. No permitas que personas, situaciones, cosas distraigan tu mente de lo que estás haciendo en ese momento.
- Di no al multitasking.
La realización de varias tareas o actividades a un mismo tiempo minarán tu capacidad de concentración. Enfócate en una única cosa y cuando acabes pasa a la siguiente.
- Identifica cuál es tu pico de mayor concentración.
Identifica cuál es tu momento de mayor concentración a lo largo del día de acuerdo a tu reloj biológico y destínalo a completar esa tarea. Haz de ese momento tu mayor tesoro, y no permitas que nadie ni nada decida por ti a que vas a dedicar tu pico de concentración.
- Trabaja en bloques.
Trabajar en bloques y realizar descansos entre bloques te permitirá mantenerte concentrado durante un mayor periodo de tiempo. Está demostrado que a partir de los 45 minutos la capacidad de concentración decae. Esto es solo una media. Reflexiona sobre cuánto tiempo eres capaz de mantenerte concentrado y en función de ello define cuanto deben durar tus bloques de trabajo y de descanso.
- Gestiona interrupciones.
Concentrarte en una actividad te exige un esfuerzo inicial que será mayor o menor en función de cómo te encuentres a nivel energético en ese momento. Cada vez que te interrumpen tienes que volver a concentrarte de nuevo y ello conlleva invertir nuevo esfuerzo y energía. Las interrupciones pueden proceder de llamadas telefónicas, consultas en persona, mails… a mayor número de interrupciones mayor es la energía necesaria para retomar la concentración. Gestiona tus interrupciones, simplemente poniendo el teléfono en silencio (puedes devolver la llamada más tarde), no contestando el email (reserva un momento del día que destinarás a ello) o pospón las consultas (simplemente diciendo de forma asertiva que en ese momento estás ocupado y que le llamarás en cuanto acabes)…
- Acaba lo que empieces.
Retomar una tarea que has dejado incompleta el día anterior te requiere un mayor nivel de energía y de tiempo que sí la acabas en un primer momento. En ocasiones 15 minutos más en la oficina podría permitirte completar una actividad que, de aplazarse al siguiente día, acabaría convirtiéndose en una hora, ya que tendrías que recordar lo que has hecho el día anterior, revisarlo, tomar conciencia de donde te quedaste y de qué queda pendiente y completar la actividad. Además, si eres de los que tiene su pico de mayor concentración a primera de hora de la mañana, si por culpa de este tipo de situaciones tuvieras que comenzar una nueva tarea a media mañana, te sería menos ventajoso energéticamente que si lo hicieras a primera hora. No pienses que te estás quedando quince minutos más hoy, piensa que estás ahorrando 45 minutos de mañana. Ese tiempo y esa energía son tuyos, decide en qué quieres invertirlos.
- Practica mindfullness.
La práctica de la meditación es una de las formas más poderosas de entrenar la atención y la concentración. Comenzar el día con diez minutos de meditación cada mañana antes de acudir al trabajo, te permitirá mantenerte enfocado en lo que estás haciendo durante más tiempo, evitando que otros pensamientos que actúan como distractores y como ruido mental acudan a tu mente. Si eres de los que no les gusta la meditación o no eres capaz de conseguirlo, puedes acudir a clases de Yoga, Pilates, Taichí, Chi kung… o puedes realizar prácticas de mindfullnes o meditación activa.
- Descansa.
Está demostrado científicamente que existe una correlación directa entre el número de horas que destinas al descanso y tu capacidad de concentración.
- Vigila tu alimentación.
A corto plazo, evitar comidas copiosas te permitirá mejorar tu nivel de concentración. Un uso inteligente de estimulantes como el café y el té te permitirá aumentar tu concentración, aunque deberás tener cuidado con el consumo excesivo. Si tu problema es la sobreexcitación, los nervios o el estrés, sustituir estas infusiones por otras más relajantes te ayudará. A medio y largo plazo existen alimentos que incrementan tu concentración (alimentos ricos en vitaminas del grupo B y en omega 3 y 6 como el pescado, nueces y otros frutos secos) y otros que la minoran (como el azúcar que además de generar picos de insulina que te producen altibajos a nivel energético, requieren un consumo de vitaminas del grupo B para llevar a cabo su metabolización minorando así las reservas de las mismas necesarias para mantener la concentración). Y por cierto ¡No te olvides de beber!
Desde mi experiencia personal, el yoga y la meditación han sido armas poderosas que me han ayudado a aumentar mi enfoque y mi concentración de cara a afrontar mis objetivos profesionales. Si incorporas estas actividades como una práctica habitual en tu vida sentirás que te concentras de forma profunda durante periodos más prolongados, experimentarás una mayor paz y claridad mental y acallarás los pensamientos negativos y el ruido mental, que en mi opinión, son los principales ladrones de energía. El resto de consejos también son armas eficaces que te ayudarán.
Ahora es tu turno ¿Cómo te sentirás cuando trabajes de forma más enfocada? ¿Cómo puedes mejorar tu concentración? ¿Qué vas a hacer para conseguir un mayor enfoque? No dudes más ¡Ponte fecha y actúa!
Si te interesa este tema a continuación de detallo unos cuantos libros que te pueden interesar si tu objetivo es aumentar tu enfoque y tu concentración:
Focus de Daniel Goleman
El poder del ahora de Eckhart Tolle.
Por cierto, me gustaría decirte que ahora tienes disponible mi curso gratuito Súper Enfoque, el curso que te ayudará a desarrollar tu atención plena. Un curso en el que durante cinco días ejercitaremos juntos tu capacidad de atención. Un curso que te ayudará a mejorar tu capacidad para mantenerte en el momento presente, te ayudará a mejorar tu productividad y te permitirá vivir mas concientemente aquellas cosas que te hacen feliz en la vida.
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