Escúchame, si quieres, en la versión podcast:
¿Alguna vez te has enterado de que alguien había estado hablando mal de ti? ¿Alguien ha hecho un juicio sobre ti y ese comentario te ha entristecido enormemente? ¿Te han dado un consejo y ese consejo te ha sentado fatal?
¿Tienes la sensación de que en tu empresa la gente se pasa el día criticando a los demás y crees que también podrían criticarte a ti? ¿Dejas de hacer cosas por miedo a la crítica o al juicio de los demás?
Sí. Lo sé. En más de una ocasión has sido víctima de la crítica de los demás. Ambos sabemos que la crítica está más presente de lo que nos gustaría.
Y sí. La crítica te limita, te condiciona y te impide ser tú en tu máxima expresión.
Hace unos meses una cliente que trabaja conmigo con el objetivo de reducir su estrés me comentó que su resultado final en la evaluación profesional había sido muy bueno.
Me lo comentó con dificultad, como si le constara hablar de ello o le diera vergüenza.
Así que intenté profundizar en el tema.
Lo que me sorprendió es que, no es que su evaluación había sido buena, su evaluación había sido la mejor.
En el ranking final ella había sido la que mejor valoración había obtenido de todo el mundo.
Trabajaba en una gran multinacional, así que disponían de un sistema de evaluación de empleados en el que al principio del año se fijaban objetivos y al final del año se medía el grado de consecución.
Con estos resultados la compañía elaboraba un ranking de empleados y en base a determinados criterios asignaban una puntuación.
Aquellos que tenían una mayor puntuación, eran candidatos a ser promocionados en cuanto surgiera una vacante.
Y allí estaba ella.
Contándome cual había sido su resultado, como si fuera un secreto, como si estuviera avergonzada de haber obtenido la máxima puntuación o como si le diera pudor desvelármelo.
Así que para profundizar le pregunté ¿A cuántas personas le había contado aquello?
Y entonces me dijo que yo era la segunda persona a la que se lo contaba.
Hasta ese momento solo se lo había contado a su pareja.
Cuándo le pregunté cual era el motivo por el que no estaba gritando de alegría y alardeando de ello a los cuatro vientos, ella me contestó que le resultaba muy incomodo y le daba mucha vergüenza.
Le resultaba incomodo su éxito.
Así que le pedí que reflexionara sobre ello.
Cuando nos vimos en la siguiente sesión y le pedí que me comentara a que conclusiones había llegado, estaba muy sorprendida de lo que había descubierto.
Se había dado cuenta de que le daba miedo destacar. Le daba miedo sobresalir.
Temía que de alguna manera el resto de sus compañeros se enteraran y comenzaran a criticarla o dejarla de lado.
No quería despertar la envidia de los demás.
Y esto no le permitía disfrutar de sus logros.
Lo peor de todo es que se había dado cuenta de que esto no solo le pasaba a nivel profesional.
También le pasaba a nivel personal.
Si una prenda de vestir le quedaba bien y recibía un halago. Se sentía tremendamente incomoda e intentaba restarle importancia.
Si se sentía feliz y orgullosa de la relación con su pareja. Intentaba no comentarlo públicamente a otras amigas que quizá no estaban tan bien como ella.
Si sus hijos sacaban buenas notas en el colegio, intentaba no alardear de ello con otras madres.
De alguna manera estaba intentando no desatar la envidia de sus personas más cercanas.
Aunque en realidad no era la envidia lo que temía.
Lo que temía era la crítica.
Y tú ¿Qué opinas de todo esto?
Seguro que en más de una ocasión has sido objeto de la crítica de los demás.
La crítica está muy presente en nuestras vidas y también la envidia.
Y tenemos que aprender a convivir con ello.
Pero en ocasiones esto se hace especialmente difícil.
Hoy me gustaría hablarte sobre como deberías gestionar la crítica para evitar que te hiera y obtener algún valor de la misma:
- Para gestionar la crítica primero Identifica qué tipo de crítica te está afectando.
La crítica puede ser de dos tipos: Puede ser “anticipada” o puede ser “real”.
La crítica anticipada es aquella que es tan solo imaginaria, es una representación mental que tú te haces en tu cabeza. Es la crítica que tú imaginas que vas a recibir en el caso de que hicieras algo. Y te lleva a que tú no te permitas hacer ese algo. Y esto es tremendamente limitante, porque constantemente sabotea tu éxito.
Imagínate que estás en una reunión y no das tu opinión por miedo a lo que el resto de asistentes pueda pensar si te equivocas.
O imagínate que te proponen hacer una presentación en público y tú lo rechazas por miedo a hacerlo mal y ser objeto de la crítica de los demás.
El miedo a la crítica te está limitando. Pero en este caso la crítica ni siquiera es real. Tú la estás anticipando.
Te estás imaginando que corres el riesgo de recibir una crítica si haces o no haces algo. Pero no es real, solo lo estás imaginando.
Lo único real es que estás saboteando tu oportunidad para exponer en una reunión tu opinión sobre un tema que dominas o tu oportunidad para aprender a hacer presentaciones.
Pero bueno, en cualquier caso, los dos sabemos que la crítica puede ser perfectamente real.
Y lo normal es que la crítica no aparezca cuando las cosas te van mal.
La crítica aparece cuando las cosas te van bien.
La crítica aparece cuando te atreves a ir a por aquello que quieres, cuando comienzas a sobresalir, cuando comienzas a destacar, cuando comienzas a permitirte brillar, cuando comienzas a atreverte, cuando empiezas a tener el coraje de actuar.
Y esto desata la envidia de los demás.
Hay mucha gente que no pasa a la acción por el miedo a la crítica.
Y claro, el hecho de que tú consigas vencer esto y pases a la acción desata su envidia.
Y esto es normal. Porque inconscientemente están viendo en ti aquello que de alguna manera ellos querrían conseguir pero por los motivos que sean no están consiguiendo.
Pero date cuenta de que si no vas a por aquello que quieres por miedo a lo que los demás puedan pensar de ti, estás delegando en ellos una decisión sobre algo que es importante para ti en tu vida.
La experiencia de la crítica es incómoda, nos debilita y nos hace perder confianza, y muchas veces evitamos salirnos de la media por no ser destinatarios de la misma.
Por eso es importante que aprendas a gestionar la misma.
- Identifica que hay de cierto en la crítica.
En algunos casos estás haciendo tu trabajo tranquilamente y sin saber ni cómo ni porqué te ha llegado el comentario de que alguna persona ha criticado algún aspecto de tu trabajo o de tu persona.
En otras ocasiones la crítica aparece de forma más directa, cuando algún compañero o compañera te hace un comentario inofensivo, o algún comentario malintencionado o lo que es peor algún comentario malintencionado vestido de inofensivo.
Y de repente tú sientes que ese comentario te hiere, te enfada, te hace sentir mal o te roba la energía.
Cuando eres una persona especialmente buena en algo y alguien te critica sobre ello no haces ningún caso.
Por ejemplo, imagínate que eres una persona especialmente metódica y organizada y descubres que alguien te ha estado criticando por ello o comentando que eres una persona muy poco organizada o metódica.
Como sabes que no es cierto, este comentario simplemente te hace gracia. Y te ríes de la situación y ya está.
Pero si una crítica llega hasta ti y de alguna forma te hiere, es decir, si escuchas algún comentario sobre ti y esto te entristece, te enfada o te resta energía, es porque hay una parte de ti que de alguna manera cree que hay algo de verdad en ese comentario.
Seamos sinceros, ahora que estamos solos tú y yo y no tenemos que justificarnos ante nadie.
Si nos afecta es porque de alguna manera creemos que hay algo de verdad en esas palabras.
Y atención, no estoy diciendo que esa crítica sea cierta, estoy diciendo que de alguna manera “creemos” que hay algo de cierto en ella.
Nos sentimos heridos no solo por lo que los demás piensan de nosotros. Sino por lo que nosotros mismos pensamos de nosotros mismos en ese momento.
Por eso es importante que no te dejes llevar por tu primera reacción de enfado o de tristeza.
Y que te digas: Me hiere porque hay algo que estoy creyendo cierto.
- Observa la escena como si fueras un espectador.
Intenta distanciarte de la situación y obsérvala desde fuera de forma que seas capaz de ver la foto completa.
Pregúntate que hay de cierto en esa crítica y que otras certezas podría haber que no estás viendo.
Es importante que reflexionemos sobre otras cosas que nos podrían estar pasando desapercibidas.
Quizá ese comentario tiene su origen en los propios miedos o frustraciones de la persona que lo está emitiendo, o en sus propias carencias, o quizá está basado en información errónea, o información incompleta.
Por tanto no asumas como verdadero ese comentario, ni hagas asunciones ni suposiciones.
Si no corres el riesgo de que tu crítico interno pase a la acción y seas tú mismo quien comience a jugarse y criticarse.
- Reflexiona sobre lo que crees cierto
Lo que no puedes negar es que si te hiere es porque de alguna manera lo crees cierto.
Por tanto deja de lado a tu crítico interno y echa mano de esa parte de ti mas racional y objetiva para reflexionar sobre lo que está pasando.
Trata de identificar lo que te está afectando.
Por ejemplo,
Si te ha llegado el comentario de que trasmites inseguridad y eso te ha afectado, reflexiona sobre ello.
Si te ha llegado el comentario de que no eres una persona que comunique bien y eso te ha afectado, reflexiona sobre ello.
Si te ha llegado el comentario de que no se puede confiar en que guardes un secreto y eso te ha herido, reflexiona sobre ello.
Si te ha llegado el comentario de que eres una persona con poca iniciativa, poco proactiva, lenta o poco despierta y eso te ha afectado, reflexiona sobre ello.
O cualquier otro comentario.
Identifica que hay de cierto en ello y que no. Pero de forma objetiva y sin juzgarte.
Tómalo simplemente como una fuente de información. Información que podrás usar en tu beneficio si lo deseas.
- Pasa a la acción
Si concluyes que hay algo de cierto en esa crítica actúa sobre ello.
Si la conclusión a la que llegas te está limitando de alguna forma para evolucionar, seguir adelante o prosperar, actúa sobre ello.
Si no te está limitando, deja marchar esta información sin prestarle más atención.
Es decir si te das cuenta de que es verdad que necesitas trasmitir más confianza, comunicar mejor, ser una persona más discreta con respecto a temas confidenciales, ser una persona más proactiva, con más iniciativa o más rápida, tomate esto como una información de gran valor.
Y luego pregúntate si esto te está limitando o te está impulsando de cara a conseguir aquello quieres.
Por ejemplo si aspiras a que te promocionen, no trasmitir confianza o no comunicar bien te podría estar limitando a la hora de conseguir esa promoción. Pero si no aspiras a promocionar y no necesitas para nada estas cualidades, esta información no tendría ningún valor para ti, por lo que podrías dejarla marchar tranquilamente.
O por ejemplo si tu objetivo es ser una persona lo más productiva posible, para maximizar tu tiempo y destinar tus ahorros de tiempo y energía a tu familia, tus hobbies o aquellas cosas que sean importantes para ti en la vida, ser una persona poco proactiva o que necesita ser más rápida en la ejecución de su trabajo, te podría estar limitando para conseguir tu objetivo.
Por lo que esta información podría ser valiosa para ti.
No lo asumas como algo desmotivante.
Estás teniendo la suerte de poner luz donde hasta este momento había oscuridad.
Ahora sabes donde tienes que poner tu atención y tu energía
Por lo que pon acción en ello y observarás como esto te ayudará a evolucionar y conseguir lo que deseas.
Desde mi propia experiencia la crítica puede tener un efecto muy limitante pero también puede tener un efecto muy potenciador. En mi caso concreto, a mi el miedo a la crítica me ha llevado siempre a prepararme mejor la cosas, a trabajarlas más, y hacer las cosas con un mayor nivel de calidad y excelencia. Y aunque no te voy a negar que hay que ir con cuidado con esto porque es una fuente de estrés que hay que equilibrar, la verdad es que siempre me ha potenciado a la hora de evolucionar profesionalmente.
Pero es cierto que en algunos casos puede resultar tremendamente limitante y puede estar llevándote a no permitirte mostrar todo aquello de lo que tú eres capaz.
Por lo que atrévete a ser tu mismo o tu misma y atrévete a evolucionar y en el momento en el que aflore la crítica haz uso de ella como una fuente de información valiosa y desecha aquella información que para nada te vaya a ayudar.
Y ahora es tu turno.
Como parte de tu plan de acción de esta semana me gustaría que reflexionaras sobre la última crítica recibida que te haya hecho sentir mal y que identifiques que reflexionas sobre que es lo que estás creyendo cierto y de que manera esta información te puede potenciar.
Por cierto, me gustaría decirte que ahora tienes disponible mi curso gratuito Súper Enfoque, el curso que te ayudará a desarrollar tu atención plena. Un curso en el que durante cinco días ejercitaremos juntos tu capacidad de atención. Un curso que te ayudará a mejorar tu capacidad para mantenerte en el momento presente, te ayudará a mejorar tu productividad y te permitirá vivir mas concientemente aquellas cosas que te hacen feliz en la vida.
Pues puedes empezar ahora mismo apuntándote aquí:
Para que la suscripción sea válida tendrás que confirmar el mail que te llagará a tu correo.
MMaría Mercedes
26 junio, 2019Gracias.marylaslajitas@hotmail.com
David
26 junio, 2019Hola maria, para suscribirte tienes introducir testa información en el formulario de arriba, el cuadro habilitado para poner tu nombre y tu mail!!! Si tienes algún problema me dices!! Un abrazo! David